Un manual para abrir las puertas de la percepción e involucrar directamente la inteligencia del mundo natural.
- Proporciona ejercicios para percibir e interactuar directamente con el ser complejo, vivo y autoorganizado que es Gaia.
- Revela que cada forma de vida en la Tierra es altamente inteligente y comunicativa
- Examina la función ecológica de las plantas invasoras, la resistencia bacteriana a los antibióticos, las plantas y hongos psicotrópicos y la especie humana.
En Plant Intelligence and the Imaginal Realm , Stephen Harrod Buhner revela que todas las formas de vida en la Tierra poseen inteligencia, lenguaje, un sentido del yo y del no yo, y la capacidad de soñar. Muestra que al abrir conscientemente las puertas de la percepción, podemos reconectarnos con las inteligencias vivas de la Naturaleza como seres afines, volver a convertirnos en científicos salvajes, exploradores no domesticados de un mundo gaiano, tal como lo han hecho Goethe, Barbara McClintock, James Lovelock y otros. Porque, como comentó Einstein, "no podemos resolver los problemas que enfrentamos utilizando el mismo tipo de pensamiento que los creó".
Buhner explica cómo utilizar el pensamiento analógico y la percepción imaginal para experimentar directamente los significados inherentes que fluyen a través del mundo, que se expresan en cada forma de vida que nos rodea, y para iniciar directamente la comunicación a cambio. Profundiza en la función ecológica de las plantas invasoras, la resistencia bacteriana a los antibióticos, las plantas y hongos psicotrópicos y, lo más importante, la propia especie humana. Demuestra que los seres humanos no son una plaga en el planeta, sino que tienen una función ecológica específica tan importante para Gaia como la de las plantas y las bacterias.
Buhner muestra que la capacidad de una conexión profunda y una comunicación llena de significado con el mundo viviente es inherente a cada ser humano. Es tan natural como respirar, como el latido de nuestro propio corazón, como nuestro propio deseo de intimidad y amor. Podemos cambiar nuestra forma de pensar y, al hacerlo, comenzar a abordar las dificultades de nuestros tiempos.
