Pocos residentes del pequeño y apartado pueblo montañoso de Winston, Colorado, tienen palabras amables que decir sobre Sean Coleman. Es un matón, un borracho y un detective de sillón adicto a los espectáculos policiales con una imaginación hiperactiva. Después de una noche de falta de juicio, Sean se encuentra como el único testigo del inusual suicidio de un misterioso extraño. Con el cuerpo arrastrado por los escalofriantes rápidos de un río embravecido, nadie cree el relato de Sean. Atormentado por las dudas y las burlas de la gente de Winston, Sean se embarca en una cruzada de gran alcance que lo llevará por todo el país en busca de la identidad del muerto y su reivindicación personal. Al final, espera encontrar la redención y la verdad, pero a veces es mejor no conocer la verdad. Hay momentos en que la verdad invita al mal. Hay ocasiones en las que la verdad puede hacer que te maten.