Coloque una cucharadita de incienso en polvo en un porta incienso a prueba de fuego, como un plato de cerámica o vidrio. Pellizque el polvo para formar un montículo o un cono. Enciende la punta del montículo y déjalo arder durante unos 5 segundos y luego apaga la llama. El incienso arderá lentamente y liberará suavemente su fragancia.
~20g