Ixchel quiere seguir la larga tradición de tejer en telares de cintura, tal como lo han hecho su madre, su abuela y la mayoría de las mujeres mayas durante más de dos mil años. Pero la madre de Ixchel está demasiado ocupada preparando sus tejidos para el mercado. Si traen un buen precio, tendrán dinero para pagar la escuela y los libros de Ixchel. Y además, no hay suficiente hilo extra para que Ixchel practique.
Decepcionada, Ixchel intenta tejer primero con briznas de pasto y luego con trozos de lana, pero nadie querría comprar el resultado. Mientras camina por su pueblo, Ixchel lo encuentra lleno de bolsas de plástico de colores. No hay dónde poner todas las bolsas, por lo que siguen acumulándose.
¡De repente, Ixchel tiene una idea! Ella recoge y lava las bolsas de plástico. Luego corta cada bolsa en tiras finas. Sentada frente a su telar, Ixchel teje las tiras de plástico en una tela colorida que parece un hermoso arco iris, tal como los tejidos de las mujeres mayas antes que ella.
